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jueves, 1 de marzo de 2012

Entierros, limpiamente frios.

Al hilo de manifestar mis condolencias  por la pérdida de un familiar a un amigo mio.
Con el tacto que me caracteriza o el despiste que me es propio, pongo un chiste en mi perfil que de soslayo cita el tema de "morirse" o sea del fenecer mismo; menos mal que la persona a la que manifesté mis condolencias sabrá entenderme si me lee, pues sabe que mi cabeza no piensa transita.. yendo errante por la vida.

Haciendo un inciso, acaba de llamarme mi santa, y al despedirse me dice "chao-chao, yo que tengo una compañera de carrera que siempre se despide así, y me daba la sensación de que despedía a un perro, ahora resulta que en mi propia familia me despide así. ¿Ustedes creen qué debo preocuparme? ¿Habré escuchado mal?.

Pues volviendo sobre la muerte, me tocó entierro en día de Navidad, que no vean que faena, para el vivo y putada para el muerto que del entuerto es el más perjudicado.


Aquel  Tanatorio, lugar, limpio "acogedor" con azafatas que parecían del tele-cupón; empleados tal que vestidos de Armani. Un cura pariente de "destajov" pues no sabía el hombre cuantos funerales llevaba, y en su cara se leía !Que acabe el día por Dios! Pues eso, entran aquellos empleados, con el féretro, y nada de portar a hombros ! qué va!. Un carrito de lo más cómodo, con tales confianzas, que en vez de mandar alzar el cura a los cuatro parientes y desconocidos, escasamente entusiasmados, por el hecho y la fecha, no se lo pierdan los Tano-prácticos, ejercían de maestros de ceremonias y ! hala!  mandando levantar al personal...


El cura, hasta para repartir hostias, estaba ido, preguntó al público allí ausente.. ¿Cuántos van a comulgar?.  Para mi que hay recortes de Hostias en la iglesia pues sino..no veo yo.


Y la homilía no era una homilía, era un corre que viene el otro detrás; yo creo que ni nos dijo podéis ir en paz.Tocó un timbre que resonó en todo el edificio y aquellos, hombres elegantemente vestidos entraron, por un momento pensé qué solos se quedan los muertos!, o que fría es la muerte en  Navidad, dicho lo cual fuímonos todos a tomar café, eso sí en el mismo Tanatorio, eche un vistazo a la azafata y vi, la recepción fría de un hotel, al fin y al cabo aquí también se trataba de ver las estrellas.