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jueves, 6 de septiembre de 2012

La urbanidad y sus reglas.

Tengo un gran problema con los camareros que ya da igual vaya de traje que de sport, alguno no puede evitar llamarme "jefe"..A partir de ahora exigiré que al menos me llamen boss que suena, más internacional; pero esta pelea mía por que me traten con la dignidad de mi ego, no es nueva, soy de un tikis-mikis que no veas..Si me dicen "caballero" pienso para mis adentros ¿Tendré cara de jinete y no había caído en la cuenta? Si, alguna ciudadana del otro lado del atlántico me dice " mi amor" o  "cariño" se me pone una cara de circunstancias, pues uno es parco en el decir, esas cosas a no ser dentro de lo familiar. Pero lo de jefe es superior a mi..

Como soy de natural tímido y poco pendenciero, no es cuestión de ir corrigiendo a todo el mundo, sin embargo, yo que en vez de pedir un café alzo mi mano con tanta indecisión que más pareciera estar pidiendo perdón; pues que le quieren un día tonto lo tiene cualquiera y me puse a razonar con el Waiter más de medía hora sobre la forma y modales, lo que siempre han sigo reglas de Urbanidad para entendernos, que nada tienen que ver con el urbanismo que es otra cosa..y cuando cautivo y derrotado ( yo pues él..) me despido me dice hasta luego con un "jefe".....; yo, no sabía si se cachondeaba o el hombre no daba más de si.......Por dentro pensé o es tonto o se está quedando conmigo. Tenía cara de inteligente pese a todo..Siempre que paso por allí le mando saludos a su mamá......, eso si, sin exteriorizarlos..no vaya a ser..

Cada día tiene su inquietud, pero no soy un lirio del campo.

Las vacaciones tienen resaca, con un montón de quehaceres por banda, descolocado el sueño y madrugador de víspera, si mis deberes no fueren éso deberes, aquí me iban a pillar a mi......; vamos que ni atado..

Estoy por tomarme un chupito de lexatín pero no es el caso, y me viene a la memoria cuantas personas lo están pasando mal por no tener trabajo, yo lo tengo, que no dinero, y debo sobreponerme a esta indolencia pasajera.

Cuando estudiaba la carrera, una noche semi-descansando en cama (aquellas si eran  horas para el aguante nocturno y ahora no tengo medía dormida..) vi una película, de Buñuel se reflejaba en ella la miseria en injusticia de México DF en sus suburbios, salté de cama y me puse a estudiar como un loco, me caían las lágrimas de impotencia por no poder soportar la injusticia que lleva a unos a la opulencia y a otros a vivir en medio de un vertedero, tal era el caso...

Sea tal como la cita evangélica nos recuerda, y la parábola de los talentos hago mía, aunque que le quieren talentos..Los míos más bien pocos..Ven ya estoy dispuesto para la guerra otra vez, que Dios les bendiga son ustedes unos Santos.