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miércoles, 24 de octubre de 2012

Florencio el obseso, ( continuará)

Florencio era un putero de primera, tal es así que las meretrices le hacían vales descuento o tres por uno cuando aún no había Supermercados.

En cierta ocasión se fundió la paga extra de la Fábrica de Maderas en mantener sexo continuo, como si hubiera hecho o intentara cubrir la prueba del "home de ferro"  hasta que se le acabo el dinero, al parecer entre fornicio y fornicio, él se fornecía a base de bocadillos de jamón por aquello de que lo que se come se cría, y una vez acabado el bocadillo subía de nuevo, cambiando claro está de compañera por aquello de ir ampliando horizontes nuevos, se sentía tal cual Indina Jones en cada lance.

Un día que le pillo el cuerpo flojo tuvieron que reanimarle a base de Anís del mono que dicen tiene mucho azúcar y había bajado sus defensas.

Personaje pintoresco, cerraba el Pub o el Pub cerraba para que se fuera; es algo que nunca quedó muy claro, si el dueño se iba para poder mandarlo a casa o sincronizaba el reloj con el de la taberna, para ayudar a barrer el mismo.

Luego como se le hacía tarde ya se iba a la nave a esperar la hora de apertura, en tanto se dormía dónde podía.

En una ocasión se durmió sobre una tapa de bidón de cola  cuando se levantó la tapa lo acompañaba a todas partes, dicen que parecía Obelix. Aprendió a conducir de noche y borracho, de modo, que nunca supo conducir de día y sobrio. El carnet le duró justo una semana el tiempo que necesito para estamparse, y mano de santo nunca más, volvió a ponerse al volante, borracho, sobrio tampoco.

Se echo una amante y como un día ella no estaba de quiero, le dijo desde el balcón que tenía cosas de mujeres, al parecer no quedo muy contento o convencido con la explicación, se fue al coche y con el gato intentó  tumbar la puerta, con lo que la amante , que no tenía la noche amorosa que digamos llamó a la Guardia Civil y se lo llevaron esposado, sólo le escuchaban decir " Me está poniendo los cuernos que se lo he notado en el acento" Al parecer cuando ella entraba en éxtasis se le ponía una voz de Barítono que no veas.

Es tarde no les aburro más.