Nunca escucho música y gustándome, cosa contradictoria: Nace el día y cae la tarde sin que entre-medias yo escuche una canción, debería preocuparme por ello, pero ya puestos tengo otras urgencias ¿ Pero quién mira estas cosas?. Cuando ni hijo iba al instituto, mejor decir "cuando yo aparcaba" a mi hijo en el Instituto, pues yendo el hombre sobrado de inteligencia a la par que escaso de ganas,poco estudiaba, pues eso le subía o se subía al coche, y el muy hijo de su "padre" lo primero que hacía era conectar una cinta de música que más me parecía a mi invocación diabólica que otra cosa, puesto que de inmediato mi mente comenzaba a expulsar azufre ante tanto decibelio mal criado, insultante para mis neuronas que aún por aquello de la tempranez dirigían mal tanto estruendo ; ganas me daban de coger un martillo en más de una ocasión ¿Cómo se le explica a un hijo que a lo que no te gusta le das de martillazos? y pues lo dicho ¿ No te gusta la música? Toma Heavy, hasta el Instituto y uno aguantando por aquello de la paz familiar.
Sin embargo voy pensando según escribo cuántas veces habré dado yo la nota en mi vida..No sé si el do de pecho, puesto que pecho no he dado, pero la nota, musical o no seguro que la si, aún siendo comedido en el saber estar.
A día de hoy, la música me ubica, me coloca, asigna y re-ubica en un lugar, con luces, sabores, colores, sensaciones que creía aparcadas, o sea,,que "buscando en el baúl de los recuerdos" ya no es que te encuentres a Karina ( la cursi, que lo era un rato largo) sino que te encuentras contigo mismo y como siempre anduve "errante por la vida" me encuentro colocado aquí al lado en el pasado y soy feliz de cuando en vez, si bien cada vez que me preguntaban si me gustaba la música, contestaba la "bobadita de" La música soy yo. Claro ésto no había chica que se lo creyera, de entrada, ni de salida, aunque hay algo de verdad en ello, sinceramente creo tener algo de música en mi interior, prueben a darme cuerda y verán.
